De hecho, Santa Brígida fue uno de los muchos hombres y mujeres santos que continuaron la incansable labor de San Patricio de convertir a los paganos celtas después de su muerte. Brigid se crió a mediados del siglo V en Faughart, Irlanda. Su padre era un jefe pagano y su madre una esclava. En un momento, su padre deseaba que se casara con el rey del Ulster, pero ella se negó y finalmente obtuvo su permiso para convertirse en monja. Con el tiempo, el rey de Lienster reconoció que Brigid tenía un alma hermosa y le regaló una gran llanura en Kildare, Irlanda. Brigid construyó muchos conventos en Irlanda, pero Kildare fue el más famoso por albergar tanto a monjes como a monjas.
Santa Brígida ejemplifica el concepto de tejer nuestra comunidad diversa en un tapiz cohesivo que representa las muchas bendiciones experimentadas a través de nuestras actividades y programas parroquiales. Santa Brígida, mujer de gran fe, es venerada por su gentileza, piedad y caridad hacia los pobres. Una vez fue llamada al lecho de un jefe pagano moribundo para hablarle sobre Dios y el amor de Cristo por la humanidad. Para ilustrar su punto, tomó algunas de las cañas que cubrían el piso de tierra y las tejió formando una cruz, que luego usó para ayudarlo a comprender cómo murió Cristo.
¿Sabías que el logotipo de nuestra iglesia se inspiró en Santa Brígida? Pon a prueba tu conocimiento sobre ella en nuestro divertido cuestionario, escucha la música de violín irlandesa de Sara McRae o mira este video de tres minutos que explora su vida y muestra algunas hermosas imágenes de ella representadas en el arte.
Santa Brígida, fuiste una mujer de paz. Trajiste armonía donde había conflicto. Trajiste luz a la oscuridad. Trajiste esperanza a los abatidos. Que el manto de nuestra paz cubra a quienes están atribulados y ansiosos, y que la paz esté firmemente arraigada en nuestros corazones y en el mundo. Inspíranos a actuar con justicia y a reverenciar todo lo que Dios ha hecho. Santa Brígida, fuiste una voz para los heridos y cansados. Fortalecer lo que es débil dentro de nosotros. Calmanos en una tranquilidad que sana y escucha. Que podamos crecer cada día hacia una mayor plenitud en mente, cuerpo y espíritu. Amén.